Todo sobre la maracuyá


Los principales productores de maracuyá a nivel mundial son Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Vietnam.


El cultivo de maracuyá (Pasiflora edulis var. Flavicarpa Degener) es la principal especie del género, debido a que sus frutos son comercializados en mercados nacionales e internacionales como fruta fresca y procesada (Lima y Cunha, 2004).

Para sembrar maracuyá se debe tomar en cuenta algunos detalles desde la inicio de la siembra hasta la cosecha como es:

Tipos de suelo

La maracuyá se adapta a diferentes suelos siempre que sean profundos y fértiles, sin embargo los mejores son los sueltos, bien drenados, sin problemas de salinidad. Suelos muy pesados y poco permeables susceptibles a encharcamientos no son los indicados, ya que facilita la aparición de enfermedades como el Fusarium o la pudrición seca del cuello de la raíz. En casos extremos sembrar con ligera pendiente del 10% y previa adecuación de los mismos. Los mejores suelos para este cultivo son los francos, con buena capacidad de retención de humedad y un pH entre 5,5 y 7,0. La textura del suelo puede llegar a influir en el tamaño y peso del fruto.

La semilla y el vivero

Colocar 3 semillas "seleccionadas" a una profundidad de 1 cm, en fundas de polietileno perforadas con un tamaño de 25 cm x 15 cm, que contenga sustrato de material orgánico. Después de 10 a 15 días eliminar una planta por funda dejando las dos plantas más vigorosas. Evite el "stress", la cantidad de riego es de acuerdo a las necesidades de la planta, el clima de la zona y la textura del suelo.

Estacas (Espaldares)

Se confeccionarán 22 estacas, ubicándolas a 2 m x 4 m de distancia entre calle y planta para una Ha. El material a utilizar sería una combinación de estaca nacedera y caña de 3 m de largo, con la finalidad de ayudar a labores culturales, para zonas húmedas. Y en zonas secas 3 m x 2.5 m, confeccionando 21 estacas.

Durante este procedimiento, se requerirá irrigar las plantas por lo menos 2 veces por semana en época de verano. Después de 45 a 60 días, una vez que las plantitas hayan alcanzado una altura de 20 a 35 cm, éstas estarán listas para el transplante.

El transplante

Sembrar a una distancia de 3 m entre hilera y 4m entre plantas que se hace 833 plantas/has, el mejor momento para transplante se inicia en estación lluviosa, en época seca siempre y cuando se disponga de algún sistema de riego.

En terrenos planos es conveniente arar y pasar 1 a 2 veces la rastra para obtener así las condiciones óptimas, no es recomendable sembrar en terrenos que sufran encharcamiento con el fin de evitar enfermedades fungosas.

Antes de proceder al transplante, asegúrese que tanto la tierra de la funda como la de las paredes de los huecos estén húmedos, rellene el hueco asegurándose que el cuello de las plantas se encuentre a nivel del suelo; de ésta manera el transplante que da concluido. Al poco tiempo del transplante, reduzca la cantidad de plantas eligiendo la más robusta y fuerte.

Plantas y tutoreo/guía

Coloque el tutor para que las plantas se enreden al mismo y para que éste no se caiga, amarre la punta superior del tutor al alambre.

Sujete cuidadosamente el tallo principal de las plantas al tutor cuidando no apretarlas.

Así éstas buscarán alcanzar rápidamente el alambre; para que sea más rápido, se podan todas las guías laterales dejando únicamente el tallo principal.

En lo posterior, no se olvide sacar la piola ya que de lo contrario estrangulará la planta.

Poda: Existen varios tipos de poda

Poda de Crecimiento o formación.

Entre los 15 o 20 días después del trasplante, deschuponando o eliminando los brotes laterales que emita el tallo principal a fin de acelerar el crecimiento de la planta, dejando el más vigoroso cuando la planta es conducida por la guía hasta alcanzar el alambre.

Poda del recorte del tallo principal.

Para que éste no se prolongue más allá de los 2 m en el alambre a la derecha o la izquierda y evitar el enredo de las guías de las otras plantas.

Poda de guías laterales y formación de cortinas.

Cuando las ramas de la cortina se desarrollan demasiado y están tocando el suelo, se deben recortar a 20 o 30 cm del suelo.

Poda selectiva.

Cuando la rama ha producido frutos y ya no producirá más, o cuando se observa que unas ramas tienen hojas amarillentas.

Poda de rejuvenecimiento.

La cual se realiza después de 2 a 3 cosechas, eliminando las ramas que empiezan a secarse.

Fertilización

Es importante mantener un programa de fertilización sostenible. Los principales nutrientes para éste cultivo son Nitrógeno y Fósforo. Siendo las épocas más aconsejables al momento del transplante y antes del inicio de la primera floración. (Recomendable un análisis de suelo).

Durante los siguientes años de producción es recomendable aplicar al inicio de la floración o en época de fructificación. Además de estos menores, siendo exigente en manganeso, hierro y zinc, seguido por cobre, boro y azufre.

Cosecha

Nunca coseche arrancando las frutas que aún cuelgan de la rama de la planta, limítese a recoger la fruta que ha caído.

La cosecha no debe recolectarse con intervalos de más de 2 días, es preferible hacerlo todos los días.

La cosecha se inicia de 9 a 10 meses después de realizarse la siembra en la variedad criolla. Las frutas maduran de 60 a 70 días después de la polinización.

Los técnicos de Quicornac le asesoran desde el inicio de la siembra para que usted le saque el mayor provecho a su plantación. Una vez que empieza el pepiteo, se cosecha todas las semanas, invierno y verano.